Todavía no sé cómo funcionará a distancia el IEP de mi hijo bilingüe

Como muchos padres, Melissa Torres está preocupada por el nuevo año escolar. Su hijo Yael de 10 años acaba de empezar el quinto grado de manera remota. La primavera pasada, Yael tuvo su primera experiencia con el aprendizaje a distancia. Melissa no estaba con él en ese momento, así que para ella todo esto es nuevo.

Yael tiene TDAH y un IEP como apoyo. Recibe tiempo adicional para los exámenes y sesiones individuales con un maestro de educación especial que es bilingüe. La educación a distancia continúa este otoño y Melissa se pregunta cuánto apoyo recibirá su hijo. Hasta ahora, Yael no ha recibido el apoyo descrito en su IEP porque la escuela todavía no ha establecido cómo hacerlo de manera remota.

Juntos, Melissa y Yael están lidiando con los altibajos del aprendizaje a distancia, mientras Melissa hace malabares con su trabajo como examinadora médica de discapacidades.

¿Cuál es su principal preocupación?

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A continuación, Melissa Torres cuenta su historia a la escritora Tara Drinks.


El idioma materno de Yael es el español, y cuando empezó a ir a la escuela no tenía un maestro bilingüe. Por lo tanto, fue muy difícil para él aprender inglés. Sus maestros siempre me decían que era muy inteligente y muy bueno en matemáticas, pero que aprende de manera diferente y se distrae con facilidad. Al principio, la escuela le proporcionó un plan 504. El año pasado lo cambiaron a un IEP.

Cuando comenzó la pandemia, tuve que seguir yendo a la oficina porque soy considerada un trabajador esencial. No podía quedarme en casa para ayudar a Yael con sus deberes. Así que decidí mandarlo a Puerto Rico con sus abuelos para que ellos lo ayudaran. Fue un gran desafío, tanto para él como para mi madre.

Yael pensaba que al estar en la computadora, podía levantarse y hacer todas las pausas que quisiera. Estaba acostumbrado a los descansos que tenía en el aula. Mi mamá le permitía hacer algunas pausas, pero él quería más.

Los maestros le estaban dando muchas tareas y él no las entregaba a tiempo. Había muy poca interacción y los maestros solo veían a los estudiantes dos veces por semana. Tanto mi mamá como Yael se sentían frustrados.

Esta vez las cosas son un poco diferentes. Yo estoy trabajando desde casa y puedo ayudar a Yael con las tareas. La escuela le dio libros e incluso una computadora portátil. Hay una aplicación que mi hijo puede usar para buscar las tareas y los materiales que necesita para hacerlas. También hay una aplicación para que yo me comunique con su maestro.

Sin embargo, no se está cumpliendo su IEP y estoy preocupada. Yael no está recibiendo el tiempo adicional que necesita para realizar los exámenes y cuestionarios. Tampoco ha tenido las sesiones individuales con su maestro de educación especial.

Todos los días me siento con él para ayudarlo a enfocarse, y trabajamos juntos. Es un reto, pero sé que se distraerá si lo mando a su habitación para que trabaje solo.

Hasta la fecha, sus maestros no nos han comunicado sus planes para poder cumplir el IEP de mi hijo. Sé que están intentando adaptarse y descubrir cómo ayudar a Yael de manera remota, pero esto ha sido muy difícil de manejar. Así que por ahora, simplemente hacemos lo mejor que podemos.


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