No es un IEP o un plan 504, es nuestro acuerdo de mediación

Al igual que muchos padres, cuando pienso en los servicios de educación para mis hijos suelo pensar en un IEP o un plan 504. Pero ahora mi hija tiene algo diferente que no había ocurrido antes. Es llamado un acuerdo de mediación.

Permítame proporcionarle algunos antecedentes de cómo llegamos a esto.

No califica para servicios de educación especial

Nuestra hija menor fue evaluada por su escuela y también por un especialista privado, un neuropsicólogo. El especialista la diagnosticó con y un . La escuela aceptó su diagnóstico, pero después nos dijo que ella no calificaba para los servicios de educación especial.

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Tener dislexia o una no garantiza que el estudiante obtenga servicios de educación especial. Creo que debo repetirlo nuevamente porque tardé años en entenderlo: ser diagnosticado con una “discapacidad” no garantiza que su hijo califique para los servicios de educación especial.

En nuestro distrito escolar, un estudiante también debe cumplir otros criterios para calificar. Y fue ahí donde nuestra familia y la escuela no estábamos de acuerdo.

Nuestra hija tiene problemas para textos y leer con fluidez, pero sobresale en la . Por eso obtuvo una alta calificación en la evaluación que realizó la escuela. Debido a sus dificultades para decodificar y con la fluidez, consideramos que nuestra hija es elegible para los servicios. Pero debido a que en las pruebas obtuvo calificaciones por encima del promedio, la escuela dice que no califica. Hemos tenido múltiples discusiones con la escuela, pero seguimos sin llegar a un acuerdo.

Eso me condujo a la Oficina de Resolución de Disputas (sé que suena muy intimidante). La oficina se encarga de las disputas de educación especial en nuestro distrito escolar y en nuestro estado. Como madre de tres niños, dos de los cuales tienen diferencias en la manera de pensar y aprender y asisten a una escuela pública, he trabajado muchas veces con esa oficina durante los últimos diez años.

Queja, debido proceso y mediación son los términos que la oficina utiliza para las maneras en que las familias y las escuelas pueden resolver sus diferencias. En nuestro estado, la resolución de disputas y cada uno de estos términos se encuentran resumidos en una guía de 90 páginas para las familias. Son 93 páginas para ser exacta, y sí, es abrumador.

Continuar con mediación

La escuela nos pidió que consideráramos la mediación. Se trata de una reunión entre la escuela y la familia donde un profesional capacitado llamado mediador ayuda a cada parte a resolver el desacuerdo. El mediador es neutral y no está de parte de ninguno. Habíamos escuchado que la mediación puede ser una manera rápida de resolver nuestros problemas, así que estuvimos de acuerdo en intentarlo.

Nos reunimos en una sala con el mediador y el personal de la escuela. Ninguna de las partes tenía abogados. El mediador era un abogado capacitado en negociación, pero no en las leyes de educación especial (aunque he escuchado que algunos sí lo están).

Durante los primeros 30 minutos, mi esposo, yo y la escuela discutimos nuestras diferencias con respecto a la elegibilidad. Después el mediador nos detuvo y dijo: “Hablemos de las soluciones”.

Durante las siguientes tres horas nos enfocamos en encontrar una solución. Al final, llegamos a un acuerdo de mediación temporal con la escuela. El acuerdo consideró cómo la dislexia afectaba a nuestra hija e incluyó la enseñanza multisensorial en lectura para ayudarla con sus dificultades para decodificar y su fluidez.

Firmamos el acuerdo y al cabo de una semana el plan para mi hija fue implementado. En los meses que siguieron, sentimos que sus necesidades estaban siendo satisfechas en la escuela.

Qué sigue después de un acuerdo de mediación temporal

Lo que no resolvimos en la mediación fue el asunto de si ella era elegible para los servicios de educación especial. De hecho, nos aseguramos que el acuerdo señalara que no habíamos resuelto ese punto.

Para nosotros fue una batalla ganada parcialmente. Nuestra hija tiene un plan de acción que legalmente es obligatorio. Ella está recibiendo lo que necesita, al menos por ahora. No seguimos el proceso usual para hacer uso de (IDEA, por sus siglas en inglés), la ley federal que protege el derecho de recibir educación especial en las escuelas públicas.

Aunque quisiera cerrar con broche de oro esta historia, no es así. Por ahora, aquí se encuentra nuestra familia en este proceso.

El acuerdo de mediación es temporal, termina pronto. Estamos reuniendo información de este año escolar sobre cómo nuestra hija está saliendo en las evaluaciones de lectura y en las pruebas estatales. Pronto solicitaremos otra reunión de elegibilidad con la escuela, puesto que ya tenemos más información en que basarnos. Reconsideraremos el criterio de elegibilidad y comenzaremos a partir de ahí.

¿Y si seguimos en desacuerdo con la escuela? Bueno, tengo la guía de 93 páginas de la Oficina de Resolución de Disputas sobre las opciones a considerar.


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